(FALACIAS)Fuerza es convenir en ello:todo hombre es pecador,no hay nadie que en su interior no esté con la soga al cuello.
¡Ay de aquellos recuerdos!
Ayer, el llanto a la esposa amada,
el abrazo a un féretro sombrío.
Hoy, la amante inmaculada
por sus dotes de obediencia
y de prestancia.
Ayer, el desconsuelo, la desdicha, la desgracia;
por la pérdida de aquella,
tu gran amor… tu vida entera.
Hoy, la amante callada, que no discute, que jamás se altera;
esa que acalla tu conciencia,
que esta presta a sufrir
el calvario de tu pena;
esa que cubre tu honra y tu virtud,
tu buitre inseparable presto y receloso.
Qué gran verdad…
gritan las voces calladas en coro:
“ EL MUERTO AL HOYO Y EL VIVO AL GOZO”
y ahí estas tu, haciendo gala
de una enorme moral
y de tu gran calidad humana.
¡Ay de aquellos recuerdos!
Ayer, un cielo hermoso.
Hoy, un cielo gris, triste y tormentoso.
Ayer, el hijo prodigo, bueno
callado y generoso.
Hoy, un bastardo egoísta y codicioso,
un leproso ambicioso
asediado por calumnias;
no hay consuelo a su dolor
porque es tan grande su avaricia
que lo dejo sin corazón.
¡Ay de aquellos recuerdos!
Son para aquel que ya se fue…
Ayer, con la ilusión perdida,
por aquellos que con su envidia y sus mentiras;
creyeron su espíritu obscurecer.
Hoy, aquel que ya se fue…
ha de salir de la calumnia ileso,
por su fuerza y no por miedo;
ha levantado del polvo su cabeza,
sostiene sublime su alma,
porque ella es piedad;
y su corazón…su dulce fortaleza
¡Ay de aquellos recuerdos!
Son para aquel que ya se fue…
Ayer, sus horas de tristeza
le dieron sentido a su existencia
y su espíritu lleno de grandeza.
Hoy, ha pecado de soberbia y orgullo,
porque aquel que ya no está…
sigue altivo en su tormento,
porque por su fuerza sufrirán
por su pasión y su talento.
Autor: Mario Alberto Portillo López.
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