Vamos disociándonos con el efecto que nos embriaga,
van desapareciendo los elementos que no hacen falta,
esfumándose todo el miedo que nuestros cuerpos albergaban.
El aire se espesa y el tiempo se alarga,
intentemos escapar de este efecto que aletarga,
observando en el cielo una Luna eclipsada.
Vamos terminando con esta increíble metamorfosis,
mientras se disipan lentamente nuestras dosis,
así es la transición entre la razón y la psicosis.