te amaré en silencio y sin estrofas
te amaré pubertario, inverosímil
te amaré borrado
te amaré y no seré yo quien te amará.
Te amará la hojarasca
(gigante de lana que se mece en tu ombligo)
dócilmente
arduamente
manchará tu sombra
sombreará tu brillo,
bordará el sudor...
pero sobre todo
-amada ajena-
te amarás vos.