ENAMORADO Y MURIENDO EN VIDA
En pocas palabras no se dice cuan solo un corazón se siente y sufre
En olas; bocanadas y en gritos algo muere internamente.
…y cuando lágrimas no escapan... van sellando el trago amargo de la vida.
Todo queda adentro, entre el amor y el odio, entre lágrimas y pensamientos secos.
Las emociones perdidas abren la herida y esta no se cicatriza
...no puede exteriorizarse, se incrusta muy dentro y hiere a muerte al alma
y no hay caso, nada sale, todo permanece en un dolor interno que punza y mata lentamente.
No he encontrado palabras para hacerte regresar a calmar mi dolor,;
ahora creo entender que no he encontrado a quien entregar mis sueños…
¿Será que nadie quiere ser dueño del sufrir ajeno?
Egoístas o egoisto... nada calma mi anhelo.
Parecería que mi vida se encarga de escribir penas,
que yo no las controlo porque busco ahogarlas en un alma ajena.
Nadie comprende esta alma herida
nadie entiende de sentimientos si no son los propios.
¿Que he de esperar si no de mi mismo?
Así la vida no la se vivir y ya no la quiero.
…las llamas queman aún cuando el frío llega;
el cuchillo corta y cruelmente revuelve una herida que no cierra.
¡¿Hace tanto que vivo en el exilio!?
Me pregunto si alguien ha logrado mantener su alma entera…
Me pregunto si en mi sueño pueda abandonar las penas…
Me pregunto si estaré pronto para el silencio y calma absoluta…
Me pregunto si podré disfrutar de la luz eterna.
¿Quedará aun la sensación de cosas pendientes una vez ausente?
La duda continúa y sé que no la quiero…
Tengo sueño y estoy cansado y no logro poner a dormir al cansancio
Tengo sueños por soñar antes de mi partida;
tengo sueños incompletos antes de entregar mi cuerpo al suelo…
Quisiera con un dedo tocar tu corazón para ya no desear mi ausencia,
quisiera con mi alma tocar tu alma, y aún en vida entrelazarla eternamente con la mía…
Tarde una noche pase el frió al no ver tu rostro sobre mi vecina almohada
…y ahí me di cuenta que mis sueños de amor son tan solo míos;
ahora;
sabiendo que tu no estarás en mi vida para darle el amor en el que creí por siempre mio,
nada me engañará, vivir la muerte, es lo único que me dará calma.
A.Cuenca.