... pálida y extensa esta la muerte,
sólida y fría esta la ausencia...,
perfecto y lúgubre esta el silencio...,
he de estar mirando el sol marchitarse en mis dos ojos
encandilando el fuego que me preserva a vivir
sobre el plano visual de la construcción de huesos
prontamente a caer...,
el luto se metaforiza en la noche,
y las sombras, el público destiñendo
la textura febril del último abrazo del alma
atravesando la piel escrita a rayas
de los latigazos perennes de la realidad*
Pálida y extensa esta la piel,
mirando amanecer sus ojos desteñidos por la sangre
a un eco visual transgrediendo la tranquilidad de los caídos,
sometiendo el sabor amargo a un último boceto de palomas blancas,
percudiendo el rostro difuso del mensaje de la felicidad
ennegreciéndose por la soledad...*
-Mi padre está llorando-
Habla llorando...,
lo siento llorando...,
llora a través del llanto que se empapa de sus labios,
como esa lluvia a petróleo que fermenta el pantano
de las obras que en ruinas iré compactando en mi dolor*
-me duele el alma- y quedo ausente, petrificadamente,
mirando el asfalto tan cerca del dibujo de mi rostro
que he exiliado de la retina y se va borrando
con cada gota caída del cielo
como el tiempo escrito como llagas en mi silencio*
... con lágrimas sanguíneas en el pecho
apretará él con su alma de entre el envase de mi despedida
sintiendo un puntiagudo argumento vacío en la vida
quebradamente sus ojos de luto sentirán nacer el sufrimiento...*