Un golpeador, un derrumbe,
Un resbalón en la acera,
Una pausa, una caída,
Un nuevo día que llega
Escondiendo podredumbre
Del hombre nuevo, que ha sido
Por los amos prometido.
Todo es ruina, allá en mi Habana:
Triste transcurre la vida,
Y las promesas que hicieran
A mis padres y a mi abuela
Lejos han quedado, pues,
Durante todo este mes
No ha sonado la cazuela.
¿Esperanza?
No nos queda
Pues ya no existen guerreros
Como aquellos que ofrecieron
Su vida, en gallarda entrega.
Lejos quedó la ilusión
De ser libres del tirano.
La desunión y el desgano
Entre nosotros cundieron;
Por aquello o esto otro,
No encontramos el sendero.