Este tarde, como otras, y otras no,
amolé el filo de una iamgen que navegaba
entre las sienes de la marea que atracaba
los muelles de un lunes que se ahorcó.
Esta tarde, como pocas, y otras no,
besé los pasos de una mujer que se alejaba
como nube en su marcha aletragada
hizo un gesto desborado y se evaporó.
Esta tarde, como las tuyas, y otras si,
entre palmiras y golondrinas agasapadas
comida de tigre para la princesa alada
que con un poema convencí.
Esta tarde, como noches y noches no...
Este amanecer que de poco me dice nada
esta tarde que con el soneto acabó.
Blas Roa