La traición te rondaba y sin embargo…
Ignorante y feliz, reías fuerte,
Poderoso y altivo... ¡luchador!
Desafiando a la vida y a la muerte.
Tú pensabas luchar hasta caer
O hasta vencer, pero honorablemente,
Mirando fijamente al adversario…
¡El honor de un combate entre valientes!
¿Qué clase de cobarde impunemente
Sin meditarlo arrebató tu vida?
Te asesinó, sin duda, indignamente,
No te dio tiempo para despedidas.
Te asesinó de golpe y por la espalda,
no te otorgó el derecho a defenderte,
¡Qué valiente fue al dar la puñalada!
¡Sin atreverse a matarte de frente!
Eras tan grande y puro… ¡tan hermoso!
Tan despojado de todo interés…
Quién te mató… encontrará su castigo,
Amor, descansa en paz... ¡Te vengaré!