Qué tienen tus palabras
que vencen mis resguardos?
¿Qué evoco con el sonido de tu voz
que hace palpitar a mil mi corazón?
Me pierdo entonces en las sensaciones
de la imaginación
cuando tus labios seducen con tu voz
mi interior.
Háblame, dime lo que anhelas,
dime lo que tu piel desea.
¿Caricias tiernas
o las que provocan intensas llamaradas?
¿Sabes?
tengo el alma vulnerable esta noche
tengo la piel abierta a tus deseos.
Es tu voz que provoca esta vehemencia;
es tu voz que me enciende y que me quema.