Alma Leticia Salinas
Cuervo4141
Mexicana
Derechos Reservados
Corrompe el alma en el desliz de la serpiente,
idiotiza el preludio de la sensatez;
corona con espinas la rosa negra, que se destrona en el mármol de la frialdad.
Agoniza entre lujurias la perdición de la inocencia, cauteriza herida los estigmas de la fe; llora mandrágora la psicosis de los alucinógenos y pudre el iris de la ingenuidad.
Amortaja ángel de la noche, besa en espectro de muerte el eco de las jaurías y carcome buitre la osamenta de la soledad.
Viaja entre cirios la penumbra en pena, bajo el cáliz de la ilusión.
Muere sol de la discordia, en sabana gélida la debilidad de la nobleza.
Pudre en sendero de piedra el río revoltoso de las injurias y el eterno cielo torvo de las tormentas implacables de odios y tropiezos que se cuelgan como sogas de arsénico.
Rompe el silencio el aullido de lobos y sirenas tentadoras en cacerías de brujas y vampiros que se danzan en hogueras de perdición.
Muere el silencio, despierta montaña, mutila esperanza , ahorca la noche y se desnuda la luna.
Embrujos de maldad, ángeles de la noche, ninfas de la seducción vientres de la inocuidad, nace la rebelión de los infiernos en tierra de destierros y Dioses de la antigüedad, corderos en destajo, campanas de esclavitud.