rodulfogonzalez

HECHIZO

 

 

…E hiciste, con la gracia de tu hechizo, que huyeran espantadas las penumbras de mi covacha.

Y se hizo la luz.

Y huyeron raudamente, en alborotada carrera, los fantasmas.

Y se esfumaron los demonios de la noche.

Y en mi jardín las flores desmayadas recobraron su vigor y su belleza.

Y el agua de mi aljibe, casi apagada por el limo que lo aprisionaba, recobró su limpidez de diamante,  la libamos abundantemente y limpiamos nuestros cuerpos.

Y mis labios se humedecieron con los tuyos.

¡Gracias, amor, por haber abierto las roídas puertas de mi covacha!