Me voy a la esquina
donde vive Ramón
a buscar la gallina
pa’ montarla al fogón.
La gallina en cuestión
se fue donde otro vecino
que vive en el callejón
y se llama Guillermino.
Al llegar hasta allá
la gallina no estaba
corrió a casa de Nicolás
en la otra cuadra.
Nicolás nos dijo
que la tal gallina
se fue donde Herminio
por la otra avenida.
La gallina culeca
no paraba de andar
fue donde Julieta
y María Soledad.
Fue donde Leonor
y donde Marieta
huyendo del fogón
y de las olletas.
Se apagó el carbón
y no hubo gallina
se acabó la versación
de mi retahíla.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
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Bajo el Número 0614-1214
Maracaibo, Venezuela