Con un nuevo amanecer,
se despierta la canción,
y de Dios la creación,
celebra su poder.
Las aves y sus polluelos,
con trino encantador,
alaban al creador,
de la tierra y los cielos.
Las bestias y los hombres,
elevan su voz a una,
junto al sol y la luna
y dan gloria a su nombre.
El viento se lleva veloz,
los canticos armoniosos,
y hasta el estrado glorioso,
llegan a una sola voz.
Al clarear el nuevo día,
renace también mi canto,
que dice te quiero tanto,
y es para ti vida mía.