Como un loco, atrevo mis manos
en viaje a tu cuerpo encontrado
solo mis ojos de ansiedad turbados
no se aventuran, mas allá del horizonte
próximo de los labios.
Esto pasa, en alborotado éxtasis
sin querer oponerse a la gravedad
como fichas de un juego inevitable
viajo, mas allá de los confines
cercanos de tu cuello.
Por él, me desbarranco sin remedio
nada detiene nada
mas bien, como un príncipe
gano en pequeñas batallas
algo ya conquistado.
Amada, tierra de mi reino
voluptuosa posesión conquistada
hoy me tienes vencedor
y dispuesto a ser esclavo
de los territorios enamorados.