Managua, 2 de julio 2014
Es mi amor de poeta y de hombre
el que hace rodar mis palabras
que buscan alcanzar cada sensación de tu piel,
que buscan estremecer con ardor todo tu ser.
Es este volcán que ya no puede contener tanto calor
que quema y hacen ebullicionar mis venas,
viniste a mi vida y te adentraste,
con mis temores acabaste
y también con mis lamentadas penas.
Se paseó mi verso sobre tu ansioso cuerpo
y te poseyó por completo
te abrazaste a mi cintura y
para siempre me dejaste preso.