Me gusta tenerte entre mis brazos
rozar con mis manos tu piel de durazno
y ver risueños tus ojos almendrados…
claro oscuros como el capulí.
Mujer de tomo y lomo, de mi vida y de mi lecho
me deleita sentir tus senos en mi pecho…
¡Frescos, como fruto de naranjo en primavera!
¡y el aroma de tus flores recién hechas!
Me encanta que seas mi amor, mi mujer, mi compañera
¡Saber que es amor, no sólo tu cuerpo!
mientras tus piernas, son gacelas presurosas
que escapan de mis manos: agitadas… sudorosas.
Me cautiva travesear contigo y esconderme
mirar tus párpados pegados y moverme,
unas veces delante y otras detrás
y morder tu boca... cuando me provoca.
Me gusta beber…
gota a gota el néctar de tu fuente,
y besarte tiernamente…
en el sublime instante… de le petit morte.
Delalma
30 de enero de 2010