Anoche vi que paseaba
la luna muy solitaria,
le ofrecí mi compañía
solito también estaba.
Así los dos compartimos
la tristeza solitaria,
le hice alegrar su rostro
ella me alegro mi alma.
Y luego los dos marchamos
compartiendo la esperanza,
de aliviar la soledad
cuando las noche son larga.
Ella borro su tristeza
me devolvió mi alegría,
y en las noches de insomnio
le dará aliento a mi vida.
La despedí con un beso
su frente estaba muy fría,
casi congela mis labios
del amor que yo sentía.