Aunque no te llame, siempre respondes
al llamado de mi alma
de mi corazón
desde ese cierto mundo interior
donde sólo tú puedes oír el grito de mi amor.
Aunque no me llames, puedo presentir
cuando piensas en mí y que estremeces
estoicamente mi ser
puedo advertir que llenas mi vacío
y que me enterneces...
Aunque no me digas -que me amas-
cuando me miras ¡sé que me amas!
Tu mirada clara y peculiar te delata
por encenderse tus pupilas como una fogata.
Aunque no te diga: - \"cuanto te quiero\" -
Si lees mis pensamientos ¡verás que te quiero!
Te amaría sin duda aún si no me quisieras
no existe fuerza alguna que evite que te quiera.
Adolfo César (NAZARENO)