Me llaman el conde Báscula
y peso ciento ochenta kilos
me gustan las flacas espátulas
y estoy que les doy un mordisco.
Con este dolor en la rótula
y cosquillas en los triglicitos
me vino una sed antromórfica
por beberme esos cuellos albinos
me gustan con venas carótidas
llenas de flujos sanguíneos.
De tanto beber estos cántaros
estoy así de gordito.
Me duele la medula
el ventrículo
las várices
el culo.
Necesito una hembra simpática
sórdida
no hemofílica
venérea
sexi
necesito.
Para hoy día mismo
a las doce de la noche
en mi lúgubre castillo.
Esquelética
pero con ritmo
raquítica
pero con hartos litros.
La invito a vivir conmigo esta experiencia mórbida
hasta perder los sentidos
a punta de chuponcitos.