LIZ ABRIL

GAVIOTA PERDIDA

Harta de volar detuve en tu puerto...

las alas rotas, el alma escarchada,

harta de vagar, tan triste y cansada...

gaviota perdida en un mar desierto.

 

De no haberte hallado me habría muerto,

tu mano me hizo sentirme cuidada,

por primera vez ansié ser amada,

entregándome con el pecho abierto.

 

Bebí aquel cáliz de miel tentadora,

que tus labios vertieron gota a gota,

la fría noche trocaste en aurora,

 

tu abrazo seguro me dio calor,

calmaste el dolor de mis alas rotas...

¡dejando mi  alma embriagada de amor!