Andamos de puntillas
sin querer plantar el pie
por temor a piedras calientes,
sin pensar que esas piedras
nos pueden caer desde arriba
y no podremos evitarlas.
Esquivamos las esquinas
y nos damos contra el muro,
nos cuidamos de enemigos
y confiamos en amigos,
pero a veces es mejor
un enemigo de frente
que un amigo que miente.
maryen