Ese goce supremo
de tocar tus senos con la mirada,
acariciar tu vientre con mis manos, todas,
abrir tus ansias con mis deseos,
tomar tus carnes en un segundo,
describirnos el amor regándonos las ganas,
agotar mis fuerzas sobre tus besos,
languidecer, al fin, sobre tu almohada,
sentir mis hormonas retando a la fatiga,
se llama delirio.