Un corazón herido teme vivir,
Tiene una mirada triste y nostálgica,
Pensando que el sol no saldrá mañana,
Ya no sé qué hacer para sanar y dejar de sangrar,
No desfallecer para ver el amanecer,
Las ilusiones puedan revivir en mi alma,
Cada amanecer pienso encontrarte mí bien,
Para reconstruir el corazón que no puede estar sin ti,
Recuerdo tus palabras que encendían el fuego,
Cuando al oído me hablabas,
Mi cuerpo temblaba y mis bellos se erizaban,
Eran las que me daban vida y más me enamoraba,
Contigo era habitar el paraíso,
No quisiera esperar el mañana puede ser tarde,
Para recuperar lo que se fue de mí,
Lo que hoy extraño tus sésiles, tus caricias y tus besos,
Tu mirada de efusión que acelera mi corazón,
En momento te siento cerca,
Al darme cuenta que no estas, mi herida se abre,
Siento la agonía cuando pasan las horas,
Vuelve ante el amanecer ciento miedo de estar solo,
De no tenerte en mis brazos, besarte cada mañana,
Cuando ralla el sol, te necesito como el agua cuando me invade la sed,
Hoy no estoy junto a ti, siento el viento como trae tu aroma, la fragancia
que llena mis pulmones,
De la más bella y tierna flor de este planeta,
Iluminada, tierna tu mirada que me hipnotiza,
Y tus besos llenaban mi alma,
Eco del Alma (derechos reservados)
Antofagasta – chile
15 – 06 – 2014