tu ventana de madera
abre pa\' que entre mi canto,
que son rimas bien copleras
frescas como lluvia e´campo.
Abre ya tu esa cortina
para que escuches mi copla
que es alegre y cantarina
bullanguera y bien sabrosa.
Abre tu ventana ya,
tu ventanilla de lata,
así podrás escuchar
estas coplitas tan gratas.
Abre por Dios tu ventana
con sus alas de madera
y va verás como emanan
estás coplas tan viajeras.
Por tus predios me discurro
llevando mi alegre copla
déjame hablar en susurros...
“Hay moros en la costa”.
Le imploro al gran creador
que me abras esa ventana
para darte la intención
de esta copla trasnochada.
Que mi copla tan coplera,
mi coplita acoplerada
te acaricie el alma entera
y te deje enamorada.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Derechos de Propiedad Reservados
Bajo el Número 0614-1214
Maracaibo, Venezuela