La arrogancia nuncá será buena consejera, pues a veces, nos ciega de esa esencia que no siempre se vé...
Arrogante de cegada conciencia
te sientes Celestial
y entre burlas desprecias a la rosa
de pétalos cristal.
La ignorancia se escapa entre tus labios
y su sonrisa absurda;
tú te cubres con ropas, ella se enfrenta
al invierno desnuda.