Me gusta verle sonreír
parece tan terrenal y humano
que se me olvida que
es un ángel que se encierra
en las burbujas que poco entiendo
/cuenta que cayo del cielo/
El amor es un fuego
que lo hacemos nuestro,
así mantenemos cálidas
las huellas de la piel.
La memoria
que habita en nuestros dedos
bien sabe cuantos tiempos
y destiempos nos hemos vivido
sin ser testigos de nuestras
expresiones.
((Parecieran tristes estas letras, quizá lo sean, es como -recopilando melancolías de la distancia y el amor en desatino del destino-...))