El suelo...,
-- dónde ahora estoy--,
es la cama donde duermo.
El techo que me cobija,
son las estrellas y cielo.
Como manta para el frío,
tengo mi propio calor.
De almohada, uso la arena
de esta playa, ahora sin sol.
Aparte de mí y el mar,
también oigo más sonidos.
Olas de espuma al llegar
a la orilla. En mi interior,
suenan, los latidos
que mi corazón provoca
cada vez, más numerosos.
Se está secando mi boca
de tanto llorar mis ojos.
Las lágrimas van cayendo
por mi cara, lentamente.
--¿De sed?
--De sed me las voy bebiendo.
Tiemblo, el sudor...,
...baña mi frente.
Saco la bolsa guardada
del polvo que me destroza.
--¿Mi vida?
--¡Mi vida no vale nada!
Me ha dominado la droga.
He sucumbido ante ella.
Me tortura, me controla.
Consiguió que yo me fuera--.
--¿Incluso?
--Incluso te dejé sola...
...Y, aquí estoy, solo, en la arena.
--¿Cómo cama?
--Como cama tengo el suelo.
Como techo, las estrellas,
que están brillando en el cielo
de esta playa, ahora sin sol,
esperando a que amanezca.
Esperando, como yo,
algo que explique amor mío...
...¿Qué fue, lo que sucedió?-.
Septiembre de 2010
(Ermanué)