HERMANA PIEDRA
Cuán rico es enamorarse de una piedra.
Sobre todo,
sí absorbió el calor del Sol y del Humano.
Un solo instante de reposo en sus calores.
Y una fiebre de sonrisas me acompaña.
Hasta volver a colocar aquella piedra,
para que atenta…
absorba hasta el final…
el fiero furor del Hermano Sol embravecido.
Poema inspirado en la vida y obra de San Francisco de Asís.
Alguna vez visité sus lares y sus bendiciones , siguen iluminando mis caminos.