Jesús Lantigua

RECUERDOS DE AGOSTO.

 


La tarde termina y el reloj se agota,


el averno susurra su impronta de agosto,


las bandadas se diseminan y se juntan de nuevo,


la ternura es esbozo en colecciones de cromos,


es tórrido el verano cerca de tus gestos


e inacabable el pergamino que nunca sostienes.


Me arde la garganta y me siento desfallecer,


tras la escultura del sol apareces danzando,


se escuchan las voces de tu monasterio,


languidecen las fiebres del tiempo tenaz


y se hunden la fuerzas de un día de sol.


Me escapo en tus curvas de talle grotesco


y en la silueta perfecta de una nueva flor.