Si ves una casa
allá en la montaña,
pintada de rojo
Y anarajanda,
que tiene dos puertas
y una sola ventana;
esa es la casita
de mi abuela Ana,
que abre sus puertas
desde la mañana
hasta entrada la tarde
cuando el sol se apaga,
y ella se acuesta
bastante cansada
hasta el otro día
cuando el sol le salga.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
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Bajo el Número 0614-1214
Maracaibo, Venezuela