He escuchado voces de tu presencia
en las burbujas de la blanca espuma.
Navegando al escenario de la bruma
confiesas tus secretos a la ciencia.
Versas en silencio con la Suma
contando las miríadas de estrellas.
La palma de mis manos son tus huellas
que la Madre Tierra, la consuma.
El espectro de tu piel destella
fosforescente imagen de tu musa.
De material atávico la pelusa
que Luce despampanante tu doncella.
El tiempo y el espacio no hacen mella
en su Vetusta epidermis de cosmos.
Evoluciona en el microcosmos
desde los albores de la era Azoica
a escala del tiempo en la Neozoica
retornará al eterno macrocosmos.
Claudio ( 4 de julio 2014 )