Pero
que pequeña ave mia.
Tus alas
y tus patas.
Tu pico
y tu cuerpo de plumas
color de agua desnuda.
Pequeña como un atomo,
y grande
de vastedades,
como el cielo cuando rie,
donde desapareces, agitas
tus alas hacia mi beso,
y yo,
muevo la tierra y el fuego,
el mar occidentado del cuerpo
para tenerte entre mis brazos.