Todo Se Torna Confuso; Al Ver de Nuevo Tus Letras, Al Ver Que Sentiste Lo Mismo Que Yo Sentí Aquel Horrible Día Que Te Vi Partir.
Aquel día de nuestra despedida, todo estaba oscuro, era como estar en un túnel sin salida, donde la fuente de luz no existía.
Yo de ti me despedía y sentía que micorazón ya no latía; que no tendría escape de la melancolía.
Sólo con el papel hablaba y absolutamente todo lo ocultaba.
Guardaba silencio mientras iba desvaneciendo; sólo deseaba estar a tu lado y tomarte de la mano, estar recostada de tu pecho y suavemente acariciar tu pelo.
Aún recuerdo el sabor de esos intensos labios que en los míos han dejado el amargo sabor del olvido y el ácido sabor de tu descuido.
Me queda sólo el último aliento, el último respiro que tengo para sentirme a salvo; aquel que me recuerda que mi futuro no está a tu lado.
No quiero recordarte como mi mayor desdicha, sino como la única desgracia de mi vida.