Murialdo Chicaiza

FILOSOFÍA DE MI VIDA

 

Siempre miro por los escondrijos

el alma acrisolada de los hombres

encendida, tristemente sensible.

Y me pregunto. ¿De dónde vengo?

de un pensamiento,

de una flor henchida de sangre

que algún día se marchitará.

¿Vengo de un hálito divino?

¿De una dimensión no rememorada?

Vengo de un tiempo

en donde no se si estuve.

Y en esa eternidad no fui carroña

ni sentidos atrapados

tampoco conflicto moderno.

 

¿Hoy solo soy un facsímile

siempre imperfecto

de una suprema idea

de un dios que es verdad absoluta

causa necesaria de mi existencia?

 

Pero en realidad, ¿quién soy?

Soy laberinto inaccesible

sudor de anciano

bastón endeble de mi prójimo

conciencia única del bien y del mal

poema dislocado y sordo

poema disonado y magullado.

 

¿Hacia dónde voy?

Hacia un anochecer necesario

en  la cual mi alma transitará

en una barca de viento

de energía aún desconocida

para el hombre natural.

Hacia una incógnita voy

desnuda y cercana

hacia la ceniza, a la calma.