Me subí a un verde árbol
para acercarme al azul del cielo
mas cuando unas nubes blancas
se pusieron por delante
volví mis ojos hacia el campo
pude ver que unos pollitos muy traviesos
cubrían de amarillo los tiernos maizales,
pero que torpes mis ojos negros
que no notaron que a la vera del camino
unas rosas rojas me llamaban
era para invitarme de su aroma
y compartir de su alegría