PETALOS DE NOCHE

Introspección al amor...

 

Hablar de amor para mi es complicado, en cierta manera es un lenguaje que rompe con las reglas propias del expresarse y comunicarse, -y a pesar de ello- soy muy lógico, no es que me ahogué en los números, pero, la suerte pierde su consistencia sólida cuando entra en los tres estados deprimentes del ser humano, parecido a lo que deshace la química cuando un líquido vagabundo sacude los ojos con ecos de tristeza, miseria y melancolía, llueve casi siempre felicidad y alegría y tenue la brisa sacude los labios, el aliento se condensa, y nace un beso. La acción de un beso puede gestar el amor solamente cuando se deshace una palabra invisible en la garganta, no es amor porque no es un sustantivo..., el amor es un sueño, de esos sueños que no se viven todos los días..., además uno siempre despierta en la misma pesadilla rutinaria y monótona, esta realidad tatuada en la retina, aunque siempre ocurre que un edificio de carne cae y las ruinas sanguíneas sacuden el corazón, se bombea toda clase de adicciones y enfermedades, es un vicio mirar tantas veces la luna, y sonreír mientras la lluvia gesta una gripe al ser desnudado por los proyectiles del cielo, que quiebran las depresiones dentro del cuerpo, dejando salir el arte camuflado de inspiración, para dibujar una expresión en el rostro, sonreír como lo hacen los idiotas, así tal cual :) y mirar ciertos detalles que oscurecían los ojos negros -mis ojos son oscuros- negar la existencia de los fantasmas y de las fuerzas invisibles, tanto así que la \"Física\" escondía el flujo de reloj de mi músculo carnoso, siempre pensaba en una tesis y después en la posible explicación del \"por qué\" de algo que era movido por fuerzas invisibles y mágicas, negaba el poder del alquimista de sueños, negaba al autor del amor, como también de la existencia de ciertos personajes que son unidos por cierto lazo irrompible, entre muchas identidades se llamó destino, y entre otras miradas se llamó casualidad, aún siento que la suerte es inverosímil..., y es fantástico a la vez, saber y comprender que tu historia es normal, despiertas, ves que todo esta normal fuera, te levantas, sacudes tus cabellos, te envasas con otra piel para protegerte de ciertas alimañas fuera de tu sarcófago de felicidades comprimidas, sales a escribir lo que siempre haces, \"saludar a la vecina\" comprar algo, refrescarte con el humo de las bocinas que parpadean a lo lejos el comienzo de tu día, es espontaneidad hacerse el día y no sentir jamás el punto final, por ejemplo acudir a la reunión de ejemplos posibles de una vida rutinaria, y de pronto sentir que se esta quebrando la realidad, los ecos en imágenes dentro de tu estómago, el amor hecho mariposa, lo fantástico de romper con lo establecido, la expresión espeluznante del corazón y el pecho sacudiendo las posibles posibilidades de distraer al tiempo con el sonido del silencio, cuando no sientes los ruidos maquiavélicos de la naturaleza muerta ni mucho menos sientes la esencia hedionda de las calles carcomidas de olores profundos en la degradación del ser humano, sino que, todo es bello, todo es un sueño...

Es así, somos seres biológicamente establecidos por una física de atracción, fuerza e impulso, que deriva de la química de encontrar cierto lazo que nos hace parecidos pero diferentes, he ahí la ciencia de que todo es un sueño, el autor muchas veces se llamó destino, y los personajes dos productos del experimento, hicieron reacción frente a los impulsos de la física y la biología, engendrando lo que sé conoce como amor*


Ahora sé sabe “por qué” hablar de amor es complicado, la ciencia es complicada así tanto como el ser humano, y el ser que no es tan humano…


... la vida no es un sueño, la vida es una historia no contada, que se va editando junto al tiempo y a la inspiración del personaje íntimo, el alma.