He navegado sin rumbo,
solo y sin saberlo;
He marchitado al tiempo
con mis desplantes y sonidos
He padecido el vértigo de la
muerte en cada lágrima de mis noches... pero
Hoy me he dado cuenta que contigo la
soledad es felicidad eterna.
He sacrificado al amor para
renegar de su existencia
He maldecido a mi suerte,
siempre que me ha traicionado
pero con tu presencia hermano mío
hasta el mismo infierno es
dulzura y mis noches sabor a melancolía