El aleteo fugaz de un recuerdo
Se posó en tu mirada fugitiva
Y encontró el alma que quedó cautiva,
Habitante de un mágico universo.
Peregrino en la senda que el olvido
Le obligó a transitar presa del tiempo,
Pudo burlar el exilio un momento,
y brilló en tu mirada en un descuido.
Y pude contemplarme en su reflejo,
Ofreciéndote ésta alma transparente,
Como antes, como ahora, como siempre…
Más el recuerdo audaz emprendió el vuelo,
Destruyendo la imagen del espejo
Y estrellando mis sueños contra el suelo.