Raúl Daniel

Señor, enséñanos a orar


Señor, enséñanos a orar

 

Señor, enséñanos a orar; despiértanos temprano

y dinos tu consejo cuando, al orar, callamos.

 

Enséñanos a orar con perseverancia,

que no nos distraigan ni nos venzan

las astucias de nuestro enemigo,

sino que, alabándote y adorándote,

te oremos, muy agradecidos.

 

Señor, enséñanos a orar de madrugada,

cuando la calma es total y nuestras almas

aún no se agitan por la lucha diaria;

y, al terminar, del día, la batalla,

sin haber dejado de orar ni un momento,

gozosos  de estar en tu presencia otra jornada,

el amén te demos.

 

Que aún en los tiempos más terribles

sólo en ti esté nuestra confianza,

para que orando así

la unión de los hermanos procuremos,

y demos por fin al semejante

el mismo amor que reclamemos.

 

Enséñanos a orar por la justicia

Señor, pero sin justificarnos,

otorgando el perdón a todos esos

injustos que nos hacen daño.

 

¡Oh!, sí Jesús, Nuestro Señor,

enséñanos a orar... ¡Haz el favor!