Para ella, mujer guerrera y belleza sin par,
ella que sabe que la vida sin dolor no sabe igual,
para ella a quien observaba antes de dejar esta tierra hace dos décadas.
Sin conocerte entonces,
Conociéndote ahora.
Sin buscarte antes,
Hoy no puedo estar sin tí.
Como luz que se cuela por las persianas en la noche, me metí en tu vida...
Con una caricia y tu calor, me despertaste de un largo invierno que ya me había congelado,
desde entonces sigo las huellas que dejaste en mis pensamientos.
Ese lecho de flores que imagino en tu regazo al apoyar mi cabeza,
es el orígen del cariño que despiertas con cada sonrisa que me obsequias,
la forma en que me miras es la inspiración que obtengo al escribirte estas líneas
y en cada acción y decisión que tomo;
te convertiste en mi musa, mi apoyo y mi sueño.
Tú llenas mis defectos con todas tus cualidades,
y en el momento en que nuestras almas se abrazaron para formar un sólo espíritu,
comprendí que fuiste hecha para mí y yo para tí,
te extraño, te anhelo, te sueño, te vivo y te quiero...
- Lobo Lobito -