Déjame más de ti, cúbreme con tu amor,
Hazme ese gran favor de no escapar de mí;
Cuando te conocí, recobré la pasión,
Sentí en mi corazón un vivaz frenesí;
Lléname de placer, lléname de alegría,
Vuelve mi noche en día; en vida, el fenecer;
Me entregaste placer, curaste mi agonía
Y lo que yo quería, lo encontré en tu querer;
Muchas gracias, destino, por permitirme amar
Por dejarme gozar de tan dulce camino;
Hoy ya no hay un espino que me pueda dañar,
Ansias sólo de amar y que seas tú mi sino…