Aunque pueda decir mucho realmente se que en comparacion con todo lo que existe y no existe, realmente, no se mucho de la vida y mucho menos de la muerte, sin embargo en los largos años que me ha costado esperar estar en donde estoy ahora, que en verdad no es ninguna parte especial. En esos años que ahora que veo hacia atras se ven tan cortos me he dado cuenta de lo facil que es perder a un ser querido sin juzgar su posicion en la familia hay raices de si mismo que se plantaron fuerte en nuestros corazones y cuando aquellas dejan de llevarnos parte de su vida en el pecho se resiente su ausencia ante el hecho de que su presencia ya no llega a mas a donde la costumbre de las venas nos acariciaba con su sangre.
Sin lugar a ninguna duda la conciencia que poseia no se borro, ni tampoco traspaso un tunel hacia otra dimension mas alla de la muerte, solo fue un parpadeo, un simple parpadeo que lo coloco muy lejos de nosotros en presencia de los aires divinos que no respiramos los mortales, porque sin importar el instinto que se posea, la pureza siempre esta en el alma de cada ser vivo que segun su educacion aprende a llevar por las venas de su presencia su felicidad hacia nosotros mismos, de ahi que nos contagie tan facilmente verlos saltar y hacer ruidos de todo tipo con tal de ganarse un pedazo de nuestra atencion con el fin que sea necesario para el momento y que decir de ahora si esta ahi su cuerpo sobre el suelo sin su presencia hecho carne y huesos sin ninguna chispa motora que lo haga abrir los ojos he ir hacia a nosotros, pero esta vez ya sin la resignacion y con una nocion en el pecho de lo que fue su vida y en la mano que adquirio profesion de lo que ahora es su partida, un simple hecho de la naturaleza en donde se nace como nace el boton y se crece como la flor florece hasta que para la belleza del cielo es cortada para adornar las nubes en su altar hacia el sol.