Debo dejarte ir
Con el duelo de mi alma, con el duelo
de mi cuerpo, de mis ojos, de mis manos,
debo dejarte ir, debo ir de vuelta a casa,
de cuya dirección aún no estoy cierto,
de cuya paz te juro que me alegro.
Es hora, ya lo sé, de que madure,
es hora, bien lo sé, de que me encuentre
a solas yo conmigo, pues contigo
hay fragmentos de mi que pierdo diariamente.
No es que no te ame más, es que me amo
también a mí y me preciso para amarte,
para amar a cualquiera que me aborde,
para amar la verdad que cada noche reconstruyo.
Me duele de verdad, porque eres parte
de todo lo que soy y lo que busco,
porque en ti encontré hasta lo que nunca
pretendí conocer del mundo y de mi mismo,
debo dejarte, sí, porque antes debo
volver a completarme con mi ausencia,
conmigo es el deber para ser pleno
y luego regresar, si fuera el caso.
Te debo agradecer la fe extendida,
el tiempo de un amor tan puro y firme,
el tiempo de un dolor que conocimos
y que quemó las pieles sin quemarnos en el alma.
Tanto sorteamos de las pruebas del destino
que se que te amaré aunque yo me vaya,
que se que te amaré aunque me desprecies
o no puedas entender este abandono
o ni te enteres siquiera de que hoy parto.
Aún así debo besarte y ya marchar,
deseo que las noches tengan calma,
deseo que la vida tenga estrellas
en que puedas tener la luz precisa,
en que no falte un sol en que abrigarte
ni faltes a tu ser para ser libre,
mi alma un beso envía hacia la tuya,
mis labios no, ya he de cerrar sus comisuras,
he de guardar silencio en estas noches
para entrar de nuevo a mi casa y al sonido.
Deseo un porvenir de paz y fuego,
el resto despertar ya con la luz vertida
del que lo ha intentado todo y sobrevive,
del que no tuvo bien que no te diera para amarte.
Por siempre con tu amor dejo el camino,
por siempre al caminar recordaré sin duda
lo que ya fui contigo, lo que fuimos andando,
lo que habré de encontrar cuando mi mano de conmigo.
Saludos, viejo amor, un gran abrazo en la distancia,
por siempre suéñame, que yo de ti sencillamente
jamás he de olvidar todo lo bueno en este mundo,
si en otro nos hallamos ten seguro
que una fiesta será contarnos todo lo que ha sido.
Las gracias yo te doy, el cielo es tuyo,
al mío he de volver, y he de llevarme
conmigo tu recuerdo en cada paso con que avance.
Te dejo el corazón lleno de frutos,
el mío en paz se va, con tus semillas se hace huerto,
paz y valor para los días que se acercan,
amor y paz en este adiós en que decido
que por fin sencillamente debo dejarte ir.
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11 07 14