Esta es la rara historia
de una noche “copadita,
venía yo de una juerga
con unas copas de licor,
me segó una luz potente
y quedé muy impactado,
el resplandor de esta historia
era...un plato volador.
Se bajó un tipo muy alto
verde era su color,
dijo venir de una estrella
muy cerca del astro rey,
aunque mareado estaba
vi que usaba tacos altos,
se acercó me dio un piquito
¿el galáctico...era gay.?
Sin dudas las cosas raras
todas me pasan a mi,
nunca me meto en entuertos
y soy más bueno que el pan,
pero ver extraterrestres
en plena city porteña,
esta locuras señores
muchos...no lo creerán.
Me dio dos piedras brillantes
con una sonrisa sensual,
me dijo estoy de levante
respétame como soy,
yo no entendía ni medio
y él muy pancho contestó,
se comenta allí en Marte
que tu eres…taxi boy.
Me puse serio y le dije
Compórtate flaco te pido,
yo que estoy en falsa escuadra
y tu que tienes un deseo,
comprendo que andes buscando
que te midan el aceite,
se entera de esto mi esposa
y me deja...sin recreo.
Antes un extraterrestre
era un tipo respetable,
llegaba tras el misterio
de una figura marciana,
hoy en cambio se aparece
con un trajecito floreado,
¿te confieso lo que pienso?
se parecen...a mi hermana.
Si tenemos que aguantarlos
será con una condición,
nosotros los recibimos
con todo nuestro saber,
a su vez les remitimos
funcionarios Argentinos,
y cuando todo se les pudra
que le canten...a Gardel.
Con desprecio me miró
y se fue muy asustado,
puso primera al plato
y se escapó bien ligero,
acto seguido pensé
lo que dijo mi psiquiatra,
no debieras andar suelto
tu lugar es… el loquero.
Boris Gold (simplemente…un poeta)
(esto me pasa cuando me olvido de tomar la pastilla)