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Cabellos de plata y vivencias gratas.
Tricolor en sueños, del jardín recuerdos.
En vetas y surcos de avellana y miel
Sus ojos estallan en mirar de sol
aunque el azabache domina su tono.
En sus labios brota color arrebol
los rubís de pétalos besan carmesí,
del sendero estrellas, su sonrisa brilla.
Los claveles son, en su corazón
la viva pasión de elocuente amor.
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Y la luna bebe en su piel radiante cual un girasol
su tonada media, ese gran amor con su gran dulzor
Siendo a mi vida ese gran motor
que la hace girar con todo fervor.
Gracias por tu amor, mi madre querida
que sin condición a seguir mi anima en el día a día.
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[R.D.A Esther J. Londoño Arbeláez -esthelarez- de Colombia]
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