Quisiera que el latido de mi corazón
fuera tan fuerte como para golpear en el tuyo.
Que la vibración de mi alma
estremeciera tu alma
y que mi voz se repitiera en tu mente
diciéndote cuánto te necesito,
cuánto me duele no verte,
no tocarte suavemente con mis dedos,
no llenar tu rostro de besos pequeñitos.
Que siento que al perderte me he perdido.
Que estoy aquí, esperando y no vienes.
Y las cosas y la gente, nada tiene sentido.
Estoy triste, angustiada, desolada
y trato de asirme a tu recuerdo para no caer,
de pensar en todos los momentos que compartimos.
Trato de no llorar, porque es cierto
que duele el corazón por amor
y me hace mal… pero a veces no puedo evitar
que las lágrimas se escapen
y empapen mis mejillas y mis manos.
Me pregunto cómo no supones mi dolor,
cómo no se trepa y se enreda
por tu piel esta nostalgia,
cómo no te llega este sentimiento
y te hace venir a buscarme,
a abrazarme y a decirme
que tú también me extrañas.