EL ROBLE SECA
El roble se mece y padece sed pero no tiene agua
y sufre por la distancia de poder querer
beber los goterones de la gélida maña,
verde donde ella busca y revolotea para saber
lo interior del crucero que navega sin compaña.
Y solo es ella que cabalga por la sierra de querer
ser lo que nadie quiere, sean verdes o negras, se baña
en su limbo silente, por dentro revuelve la pared
del alma y las águilas cantan bailan y saltan,
en la fiesta alegre de la “parrala” y ya no tiene sed
prque ella lo es y sus almendros se callan,
y el roble seca en su propia tierra al no poder beber,
pero sus raíces todas agonizan y morirán de sed.