Un poco suelta, escribiendo en portugués, no frases e pensamientos, pero un relato seguido entre el antes e ahora. Lo hago pues en este momento tengo mi mente un poco absorta en no entrar en depresión, por malos tratos mentales que me hacen todos los días, por parte de la familia.
Tiene sido fuerte, mui fuerte, lo que tengo pasado e paso.
Mismo con toda la fuerza es difícil tragar ciertas cosas. Entre rechazarlos, o discutir, intento quedar en mi sitio, sin hacer nada. Espero, el que no sé. Quizá que la razón entre en sus cabezas de piedra, que cambien, no lo sé.
Intento por todos los medios que no deterioren mi relación, con mi compañero. Él es la paz en persona, me ampara e acariña, por eso no quiero ser pesada con mis quejas. Este vivir es difícil, solo lo sabe quién ha pasado algo parecido.
El veinte e tres de Junio, noche de San Juan, en casa de un matrimonio con la hermana y una amiga, con la juventud de sus hijos e amigos, lo pasé mui bien. Noche adelantada casi madrugada, sentadas en el comedor, pues hacia frio en la terraza, por alto comenté un poco de mi vida.
He visto lágrimas en sus ojos, yo ya no consigo tenerlas, secaran, se transformaran en cicatrices en mi corazón. Mejor sería tenerlas e desahogar, mejor quedaría.
La amiga comentó, “su vida es un romance” Haría un libro bellísimo. Le contesté que ya estaba esperando que salga lo que hice, en finales de este mes. No tiene todo, mucho lo he guardado para mí. Hay cosas que son imposibles de explicarlo, solo si la vivimos o somos testigos lo entendemos.
A media luz, en la calma de mi piso, intentando que no caliente con el sol que inundas el balcón florido, oyendo el futbol, sin esperanza que gane el equipo de Portugal, dejo pasar el tiempo, hasta que el ruido de unas llaves me devuelvan mi cariño, al volver de su trabajo.
Yo soy paz, mezclada con ansiedad, soy paciente sin enfermedad, soy lo que no quieren que sea. Honesta, seria, creyente en la buena voluntad de los demás. Al final soy una víctima de mi sencilla e manera de ser.
No importa, qué más da, lo que se dice el viento lo lleva, las acciones quedan para siempre.
Oporto, 26 de Junio de 2014
Carminha Nieves