Aquí regresa el coplero
con sus renovadas coplas
hechas con el mismo esmero
parecidas a las otras.
Si tú notas que mis letras
te dejan a ti sonriente
regálame unas galletas
con un café bien caliente.
No te pongas esa blusa
casi, casi, transparente
porque me nublas la musa
y el verso se me resiente.
Si no te vas a asomar
dímelo para saber
para así no malgastar
lo poco que he de tener.
Me dicen que tu papá
y que compró una escopeta
porque así ahuyentará
a copleros y poetas.
Hacen ya sesenta días
que yo no duermo ni como,
pensando en su puntería
y en el peligroso plomo.
Mejor es que me retire
y que vayas tú a mi casa
que allá no tenemos tigres
ni a la visita se mata.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Derechos Reservados
Bajo el Nro 0614-1214
Maracaibo, Venezuela