Era la primera vez que encontraba unos tan claros, con tantas cosas para decir que los hacían misteriosos y un poco silenciosos; de su boca no emano ni una sola palabra y la mía estaba tan impactada con esos ojos, que quedó completamente cerrada, parecía un hechizo que de repente me paralizo y mis palabras se esfumaron, debí parecer una estúpida pues tan sólo los contemplaba sin poder los alagar, veía como lentamente se iban acercando hacia mí y mi cuerpo pequeño y abultado empezaba a temblar en su parte inferior; si, mis piernas: como una gelatina, aunque con el ajustado bluyín no se notaba mucho; también empezó mi corazón aumentar sus latidos y empecé a sentir un escalofrío que me invadía y esa hermosa figura estaba tan cerca de mí que de repente sentí sus labios entre los míos sentí esa mirada penetrante y tierna, pero segura. No podía descifrar el enigma nunca supe si era mala o buena, solo supe que me invadió.
Era la primera vez que alguien de sexo femenino me atraía tanto; no sé si era por su parecido con migo o tal vez era por ser tan diferente, y las leyes físicas y matemáticas dicen que polos opuestos se atraen. Hacia tiempos le pertenecía pero solo hasta hoy me di cuenta; me tiene totalmente confundida, es como si cada cosa que ella hiciera fuera con mi personalidad pero mi mente sabe que mi corazón le teme, fue ese miedo el que produjo en mí esa reacción de parálisis temporal que me da cada vez que ella se acerca a mí. A veces siento que ya le pertenezco y hago parte de ese oasis en el que empiezo a zambullirme cada vez que miro sus ojos y su esbelta silueta y de pronto de sus sexis labios salen palabras que me incitan a dejarlo todo por ella, un éxtasis, música para mis oídos, dolor para mi corazón y lágrimas para mis tontos y poco atractivos ojos.
Mis ojos, siempre que estoy con ella, se inundan ella hacen lo mismo con todo a mi alrededor y me obliga a alejarme de todo y de todos, es como si ella me dominara, como si se llevara lejos mi fuerza de voluntad y por más que mis brazos intentan alcanzarla, esa maldita parálisis me detiene y tan poco puedo alcanzar esas personas que quiero.
Hoy; volvió y con ella vinieron dudas que llenaron mis grandes ojos de unas redondas, blancas y frías gotas de agua que salían de ellos cada vez que surgía una y aunque mi llanto ceso, aun me pregunto cuándo será el día en que me deje en paz; cuándo será el día en que me vuelva fuerte y la pueda controlar; cuándo llegara alguien que me salve de ella; cuándo me dejara en libertad la SOLEDAD; cuándo la dejare de verla como algo lindo, anhelo el día en que mi corazón se una con mi mente, la abandone y la desprecie, porque así mis ojos no tengan gracia tiene valor y no merecen que lloren por su culpa.